Gracias a Dios

La religión es un puto cáncer. Para mí. El peor. Para mí. La culpable o la razón de todo lo que somos. Es una conclusión pobre, hecha desde una posición pobre, y con argumentos pobres. Pero es la mía. Es la que me he creado y la que me quiero creer. No me ha hecho falta estudiar mucho, ni leer, ni viajar, ni observar, ni cuestionar para llegar a decir sin ningún tipo de miedo que la religión es un puto cáncer. O sí. No sé, nunca sé. Y tampoco sé si la religión es un puto cáncer, simplemente a mí me lo parece. Así para hablar por hablar o para escribir por escribir, como hacemos todos cuando hablamos sobre cualquier cosa, persona, suceso, idea…hoy me ha dado por la puta religión, ya que estamos en la semana más santa del año. Repito, todo lo que opino es tan pobre y tan personal y tan vago, con tan poco conocimiento que soy consciente que puede que diga barbaridades para algunos, chorradas para otros y grandes verdades para mí. O no. Puta religión no, putas religiones que nos han hecho ser putos cobardes, vagos, intolerantes, racistas y mentirosos en nombre de algo que no vemos. Con el consentimiento de algo que nos hemos inventado. Putas religiones que nos han permitido convertirnos en monstruos gracias a algo que nos hemos inventado. Y todo por cobardes: miedo a la muerte. Nos prometen otra vida después de ésta y nos volvemos locos. Y nos creemos todo. Y nos agrupamos todos en nombre de. Y hacemos gilipolleces en nombre de. Como matar a quien piensa diferente, como inventar la monogamia, y el formar familias, como ir en contra de quien aborta y de quien quiere a personas y no a genitales, como construir la idea de que quien tiene vagina es menos y ahí estamos aún, todo papas. Como tantas idioteces que ya son menos quien las veneran pero pocos los que se dan cuenta que aunque no vayamos a la iglesia cada semana, nuestra cultura y nuestra forma de vivir es religión. Aquí la católica y en el resto del mundo, la que les toque. Mi ignorancia me hace no poder escribir ni hablar mucho más, solo cosas banales que todos pensamos, que todos vemos, que todos hemos dicho alguna vez, pero que aún hayan procesiones, misas y la madre que me parió…me duele entenderlo. Porque lo entiendo. La cultura no se puede matar así porqué sí…pero deberíamos. Así, poco a poco y que la única fe que tengamos sea la que nos ofrece el de al lado. Que da igual si la muerte es el principio o el fin, si la vida no lo sabe es porque no es importante. Vive para vivir aquí y no allí. Nos hace falta una tabula rasa para no recordar que un día alguien decidió que la mejor manera de movilizar a un grupo grande de personas seria utilizando el miedo…y hasta hoy. En su día fue una promesa y hoy…hoy ya no nos planteamos para o por qué hacemos las cosas. Que chungo es empezar a vivir sin ideas, sin verdades, sin razones, sin cultura…es más fácil pensar que hay un Dios que lo sabe todo, que nos marca el camino, que nos diga que hay “bien” y hay “mal”, que nos explique que hay que hacer para ser “buena persona”…y así tenemos excusa para ir por ahí con ideas, verdades, razones y culturas. La religión como he dicho antes, no solo está en la iglesia, es todo lo que respiramos y creemos y por eso es tan jodida, porqué no sabemos una mierda y esa mierda aunque parece que desaparece, no desaparece: se desplaza. Ya no nos ofrecen la salvación divina, pero estamos inundados de necesidades innecesarias, y eso no nos las hemos creado solitos. Cuidado. Nos tienen donde quieren que estemos: atontaos. Yo la primens. Pero bueno…es lo que hay. No sé si me he explicado muy bien, pero por lo menos me he intentado ordenar. Soy consciente de que las religiones no solo han aportado y aportan cosas malas en la sociedad, soy consciente de que hay muchas, muchísimas cosas positivas…pero es que cuando pienso en lo malo (para mí, repito, todo para mí), y en como vivimos…mi parte más racional, no puede perdonar. Tampoco pienso que todo el mundo que trabaja, cree, y/o vive entorno a esto sea mala persona, ni mucho menos. Yo no creo en las malas personas he dicho muchas veces. Simplemente yo he llegado a esto y ellos habrán llegado a lo otro. Y ambos pensamientos son igual de validos. A saber que habrán vivido ellos, y a saber que habré vivido yo…no? Cada loco con su tema, que al fin y al cabo para 80 años que vivimos, con cuántas gilipolleces nos podemos entretener no? Gracias a Dios.

En Praga, amb un bon home.