Cada cinco minutos
respiro hondo y miro hacia abajo. Cada cinco. A veces antes, pero nunca
después. A veces te imagino con 10, otras con 25 y otras con 40. ¿Hubiéramos
tenido conversaciones interesantes tú con 40 y yo con 64? Seguro que sí. No
teníamos la misma sangre, pero hace mucho tiempo que defiendo que la familia
son abrazos. Te escribo directamente pero soy consciente que nunca me vas a
leer. Nunca…Pero quizás, quizás…tu hermano sí. Tu hermano con casi 25 y yo con
casi 45. Y que descubra que no siempre fuimos cuarentones amargados. Que
descubra que pasamos juntos la tarde más indescriptible de mi vida. Con el
Magnum y un helado de vainilla…Que descubra lo importante que son las personas.
Porque él, únicamente él, fue capaz de tirar una familia adelante sin quererlo.
Fue las lágrimas para adentro y la mano que todos queríamos coger.
Que algún dia descobreixi que vam patir pero que mira ara, ens en vam
sortir. Pero encara no. Quan sigui gran. Amb casi 25, quan estigui perdut, com
jo. Que trobi un motiu (si el busca) per gaudir de la vida. Que serà ell mateix,
que serem nosaltres i que seràs tu…
Sin palabras María, me has dejado muda , nunca un sentimiento fué tan bien expresado un abrazo y fuerza mucha fuerza
ResponderEliminarT'estimo
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