Ahora que hace un mes
que hago de profesora, sí, que hago,
porque ser, sigo siendo María,
persona, me he dado cuenta aún más de la necesidad de dejar de querer ser para
sencillamente ser.
Soy de esas personas
que defiende no etiquetar. Sí, sé que para mucha gente es ir de guay, snop,
cool, progre, hippie, lo que sea. Pero es que yo lo creo de verdad. Que putada
etiquetar y que te etiqueten. Que putada creer y creerte que debes comportarte
como se han comportado los que anteriormente se han comportado cuando han
estado en una situación como la tuya, en la misma etiqueta. Creer que cuando
dicen que eres algo solo hay una forma buena para ser…y seguirla. Pero es que
hay que aprender que no eres nada. Que lo único que eres en la vida es lo que
eres cada segundo, cada momento. Y que cada momento estás cambiando, y que cada
momento hace que cambies. Y que el cambio es lo único que eres. Desde bien
pequeños nos ofrecen etiquetas que nos ayudan a clasificar y aprender. Aprender
rangos, jerarquías, clases, convencionalismos, tradiciones, historia. Desde el papa, mama hasta hippies, fachas.
Tengo que reconocer que
yo he pasado por muchas etiquetas. He crecido creyendo que tenía que seguir una
línea. Una o alguna. A veces era la deportista: no rosa, no tacones, no maquillaje,
no chicos. Otras veces la rockera: Marea, Extremoduro, Fito…, y como no, la
empanada. Y si las mezclaba pues molaba más: deportista rockera empanada. Después
aprendí o leí por ahí o lo soñé, ya no me acuerdo, que no existe nada que no
queramos que exista. Que ser hipócrita no es lo que siempre nos han enseñado
que es. Ser hipócrita es simplemente ser humano. Y está bien. Es aceptarte
cuando ves que te vas de esa línea que crees que debías de seguir cuando
creíais que tenias que ser algo en vez de ser sencillamente tu mismo. A veces
Extremoduro y a veces Shakira. A veces empanada y a veces comprometida. Hago de
profesora pero sigo siendo Maria, y a veces me cuesta. Porque es una etiqueta
muy etiqueta. Es una etiqueta que da respeto y responsabilidad. Es una etiqueta
muy marcada. A la larga espero conseguir respeto no por ser la profesora, sino
por ser Maria, quizás es raro, difícil, extraño, utópico, pero es que yo pienso
así…a veces. Ahora. Mañana será otro día, otro momento y otra Maria. Que lo
único permanente sea siempre el querer pensar bien. De todo. De Todos. Del mundo.
Me repito y me repetiré. De las dos interpretaciones que hay de todo en el
mundo, piensa bien. No hay mejor medicina…y adelante. O atrás, o hacia los
lados, pero sin etiquetar, que es ponerse responsabilidad de más…y pa qué? Pa ná…y
lo sabéis. Ser híbridos, que está de moda.
Jo tenia un profe que deia que al principi per ser profe t'havies d'esforçar molt, i en funció del temps, la professionalitat, el "saboire faire", cada cop requeria menys esforç, i al final ho feies sense donar-te compte... pràcticament el mateix procés que la conducció.
ResponderEliminarQuan arribes a aquest estat és quan no "fas" de profe, és quan "ets" profe quan estàs a classe i Pep quan estas fora, i ni tant sols te n'adones del canvi.
Però per això cal un procés, cal temps, cal automatitzar, cal voler, cal estar a gust, cal un entorn que et doni seguretat, cal confiar en tu, cal confiar en els altres, cal no etiquetar (com tu dius!!!!), cal tenir ganes, cal veure que val la pena, cal ser el suficientment optimista per saber veure que malgrat la merda que hi ha al nostre voltant (que és molta i gran i pudenta) hi ha coses que valen la pena... Quantes coses! i podria seguir unes quantes planes mes... ;-)
La millor definició del bon/a profe me la vas fer veure tu fa molts, molts anys: "Ser més persona i menys profe", encara ho explico quan estic a l'aula...
En quan a l'evolució de les persones, en els canvis d'etiquetes que tu parles, la cosa crec que va igual, primer ens costa molt "ser" nosaltres, i poc a poc deixes d'esforçar-te per "ser" i senzillament aflora el que "ets", gairebé igual, però diferent.
En tot aquest batibull de coses, idees, pensaments i sentiments, no hem d'oblidar mai la regla d'or: Per gaudir hem de "ser", sense oblidar els altres. Per mi, el benestar comença amb nosaltres però no es pot deslligar dels que tenim davant.
Quina llauna!!!!
Kissassos