Empecé
a correr en el 2012-2013, hacia un año que la enfermera me había dicho que me
sobraban unos pocos quilos y yo como responsable que soy, me los quité. Pero
después de un año controlando bastante la comida, tenía que buscar una solución
para poder comer galletas príncipe y no volver a escuchar que me sobraba nada.
Me lo tomé enserio.
Ir a
la Sentiu y volver, 37-45 minutos y sentirme superman (o superwoman, ya sabéis,
a mí me da igual). Pasar la media hora era más que suficiente para alguien como
yo que solo sabía correr detrás de una pelota. Correr para mis hermanos y mi
padre que están pirados. Pero todo lo malo se pega. Y “tata, quedem diumenge i fem uns quants km?”; “Vale, però anem lents
eh!! que us conec…” Y de domingo en
domingo los minutos iban creciendo y mis piernas menguando. No corría más pero
me quejaba menos. “Tata, ens apuntem
junts a la cursa dels Nassos? Va que són 10 km..”; “Vale, però vosaltres aneu
al vostre ritme i jo al meu eh!!”; “Sí home, anem tots junts! El que importa és
fer-ho junts, no hi ha ritmes”. Y de los 10 a… “Tatas, fem la Marató l’any que ve?” ;“Però què dius loco!!!!!!!”; “Que sí, que
entrenem i ja està, ens apuntem ara que és més economic!”.
Octubre-Noviembre
2015 primeros entrenos serios y ya me estaba arrepintiendo. Yo solo quería
comer galletas príncipe sin acabar siendo diabética. Quería mucho a mi padre
menos los jueves y los domingos, su espíritu runner le invadía. Creo que nunca
me habré quejado tanto en tan poco tiempo. Pero lo preocupante era
cuando no me quejaba, eso significaba que estaba a punto de desfallecer.
Enero
2016, una parte de nosotros se va al cielo y mis ganas de quejarme también. La
maratón se quedó en un sueño lejano, pero para engañarnos un poco y el que
dolor fuera menos, a veces, seguíamos quedando. Ellos tenían mucha más fuerza,
y mientras yo daba dos tristes vueltas de 20’ a la fira con mi ipod, ellos entrenaban
por mí, pero aún no lo sabíamos.
Febrero
2016, en el plan de entreno de mi padre habían dos media maratones. “No cal que anem si no volem eh”; “És igual,
ja las heu pagat…anem com si fos un entreno, i si ens rajem, pues ens rajem,
que més dóna ja…” Y eso hicimos. Ahí ya empecé a intuir que la cabeza es
mucho más musculosa que cualquier otra parte del cuerpo y descubrí que era
imposible que acabara la maratón si algún día la hacía.
Marzo
2016. Marzo estaba siendo demasiado duro, ya no sabía hablar ni con mis padres.
Con el único que me comunicaba y no sentía ganas de darme una bofetada de lo
estúpida que era yo misma, era con el Luis. Y a veces ni con el Luis. Además había
empezado a comer galletas príncipe sin parar y a no moverme si no era por
obligación. Pero llegaba el día y teníamos que decidir. El día antes (un sábado
como hoy) el Luis fue al Fnac y me compró el nuevo ipod y el disco de Love of Lesbian:
“Mañana te pones esto, corres y hasta que
paremos”; “Vale”.
Y lo
demás…lo demás es para todos aquellos que pensáis que hay cosas imposibles. “Porto la t-10, si hem de parar, parem, vinga
carinyotes, l’any que ve serà un altre any”. No hizo falta la t-10.
Corrimos y callamos. Al final, llegamos y lloramos.
Nunca
digas nunca, pero nunca creo que vuelva hacer algo así. Ya me demostré muchas cosas
esa mañana, una de ellas: que no me gusta correr, me gustan las galletas
príncipe. Un año después sigo flipando y recordando para no olvidar que un día fui
maratoniana y que cualquier día podré ser otra cosa, de momento, me alegro de seguir siendo una Franco acompañada de un Arroyo. Y esta tarde, a correr detrás
(o delante) de una pelota, que siempre será lo mío.
4 hores i pico valen per somriures |
pase lo que pase, hemos hecho tantas cosas raras juntos... |
Fa un any va ser un gran dia, se que tot plegat es va fer per afecte, per amor, per estimació, per vincle, no se quina paraula seria més escaient, però ho vam fer pel que val la pena fer les coses, perquè ens importem, ens estimem, volem sentir-nos bé i també que els que ens envolten estiguin bé.
ResponderEliminarQue gran!!!!! Quin gran dia, sense cap dubte va ser la nostra particular REMUNTADA, ara que està de moda aquesta paraula, els Franco Garcia Arroyo vam passar a la nostra història i ara fa un any. FELICITATS per nosaltres.
Ara a veure en quin any s'ens acudeix una altra bogeria...
Kissassos