A seguir.

¿Y entonces...por qué has estudiado eso? Me preguntaríais la mayoría después de leer este blog. Yo respondería como siempre: Pues...no sé, porque tocaba estudiar algo. A veces no sé si soy tan conformista como presumo...o más bien todo lo contrario. Aix.

Creo que ya puedo escribir sin que piense que he tirado todo mi futuro por la borda. Y puedo porque los que tienen que estar ahí…están. Y yo…yo sigo estando aquí.
Cuando me hicieron indefinida con 19 o 20 años en el cine (perfecto trabajo para compaginar con la carrera) era la época de crisis máxima para los jóvenes, todo el mundo me decía: ¡qué suerte!. Y yo, qué suerte…Pero ahora desde la distancia no fue tanta suerte. Cuando me entrevistaron me dijo el jefe que me cogían porque había trabajo en el Mcdonals y sabría manejar la caja. Eso implicaba que esa asquerosa experiencia de trabajar en el Mcdonals al final serviría para algo, como dice mi padre, al final, todo suma. Pero el jefe me hizo rehacer el currículum eludiendo ese dato, para Cinesa nunca estuve vendiendo Mcpollos, los que veníamos de ahí estábamos contaminados y no éramos dignos de vender palomitas. Como siempre, la especie humana…es gilipollas. Y estuve dos meses de verano limpiando como una cabrona para conseguir ese indefinido. Suerte por haber tenido unos padres que me enseñaron a barrer.
Después de sacarme la carrera; y el máster, decidí que a ver si encontraba algo diferente así pa’ variar de palomitas y cocacolas zero. Y después de un verano tomando el sol, la primera semana tirando currículums ya me llamaron del Mercadona de abajo. Ni tres pasos y ya caigo en la sección de congelados. Contrato de mañana y 40 horas indefinida. Joderno será mucho mejor que el cine, pero ni coches ni leñes y sueldo ya pa tener hijos si me da la gana…¡Qué suerte!. Tres semanas justas estuve reponiendo natillas, pescado congelado y hummus, va y se presenta La oferta. Profesora de castellano en un instituto de Castelldefels. Para lo que había estudiado. ¿Para lo que había estudiado…?. Eso ya no era suerte, eso ya me hizo plantear si iba a ser la protagonista de mi propio Show de Truman. Yo, que casi ni buscaba, que para qué engañarnos, ni vocación por la literatura, como veis mucho menos por la lengua y por la docencia…pues no sé, tenía que probar. Y durante esta experiencia no podía dejar de pensar que: joder, vaya oportunidad, pero no. No es lo mío. Y ahora qué. Ni la literatura, ni la lengua, ni reprimir a los niños. Por mí que estén en el patio corriendo como locos todo el día. Pobrecillos. Como explicar al mundo que quería renunciar a un trabajo digno, económicamente más que suficiente para tener un hijo y tener por fin una casa con habitaciones. ¿Por qué había llegado a lo que todo el mundo quiere llegar casi sin buscarlo? Con 25 años y ya estaba donde tenía que estar. ¿Ya está? Como explicar que tú no eres de apariencia, ni del que dirán, ni de ser digna. Que yo ahora solo busco dormir abrazada a alguien más 4 horas por noche. Me decían que era por la situación. Un año duro. No eres tú. Es la situación, no eres tú. Quizás tienen razón. Solo sé que por un lado, no puedo dejar de pensar que he bajado de un tren que ocupaba toda la estación y tengo miedo por cuando volverá a circular otro. Por otro lado, pienso que ha sido lo que necesitaba para empezar hacer lo que quizás (solo quizás, porque nunca he tenido los cojones de mojarme por lo que me gusta, así somos los cobardes) empiece hacer por querer y no por hacer. Que los años o los meses duros se empiecen a ir, que ya toca.

Suerte, déjame un poquito en paz. Deja que me cueste un poco más. Ves a esas personas que se lo curran de verdad. Que tienen ilusión, constancia y ganas. Yo no quería ir tan rápido. Ahora tengo que mirar a la cara a todos aquellos que buscan lo que yo tenía y decirles que lo he desaprovechado. Y para que engañarme: sí, me avergüenzo. Un poco. Ha sido un año duro, pero va más allá. Va de lo que soy y quiero ser. Va de motivación, de tranquilidad y de felicidad. No me gusta esconderme y por eso escribo todo lo que me pasa, bueno y malo. Intento normalizar las situaciones para no dramatizar, para quien me lee, pero sobretodo, para mí. 

Y los que me quieren me dicen que soy valiente. He renunciado a muchas cosas buenas que veo, que ven, y que veis (qué bien queda decir que eres profesora de lengua) por otra que no se puede ver, ni oír, ni tocar, por otra que solo siento yo...Menos mal que la suerte me ha llegado desde muy joven y me quedan aún muchos años más para que vuelva…y se vaya.


A seguir.

Comentarios

  1. "En un poble llunyà d'un país que no recordo, vivia una família de pagesos en una cabana, un bon dia va aparèixer un cavall preciós, gran, fort, amable, útil... tota la comunitat no parava de dir-los que quina SORT que havien tingut, ells contestaven "Sort? no se..." En uns mesos el fill de la família va tenir un accident amb el cavall, que va caure en una cursa que feia amb els amics, es va trencar les dues cames i el cavall va fugir, la comunitat va plànyer la situació i no parava de dir-los la MALA SORT que havien tingut ara, al que contestaven: "Mala sort? no se...". Al cap d'uns mesos el país va entrar en guerra amb els veïns i l'exèrcit va passar a "reclutar" els joves, quan van arribar a casa seva i van veure el jove recuperant-se de les ferides van passar de llarg, i la comunitat..."
    Conte adaptat d'una rondalla oriental.

    Per SORT o no, no podem gestionar quan tenir SORT o MALA SORT, fins i tot quan ens pensem que la tenim no podem saber-ho. D'altra banda tampoc podem evitar que la comunitat interpreti les coses com les veu (les visions col·lectives no son menys reals que les individuals, ni menys ni més certes) i això també ens afecta.

    Passi el que passi sempre podem aprendre, sempre podem intentar millorar la nostra vida i la dels nostres, i això és, per mi, el realment gran. I tu ho intentes, i això et fa gran, i, d'alguna manera, també ens fa grans als que estem per aquí.

    Malgrat tot no puc evitar pensar que tinc (tenim) SORT, suposo que sóc una mica covard i conformista, però no puc evitar valorar molt el que tinc (sense renunciar a intentar millorar i a tenir una certa ètica social).

    Pos eso: "que la sort ens acompanyi" ;-)

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