En el 2009 no sabía que algún día pensaría
que no existía. Aún tenía que disfrutar (y sufrir) de todas las primeras veces.
Sí, porqué hay muchas primeras veces de las que no se habla…y pasan.
Te faltaban años para que te saliera la
barba y te daba miedo hasta mirar; yo, que ya hacía tiempo que había hecho el
estirón no sabía donde tenía que mirar, pero miraba. Y éste sigue siendo
nuestro secreto: mirar sin callar. Las primeras veces que intentamos (y
tuvimos) sexo fueron películas de humor. Yo insistí porqué me quería creer que
la vida es eso: sexo, drogas y rock and roll.
Si a todo el mundo le gustaba, sería por algo, pero si me hubiera pillado en
esta época escéptica de cuestionar las costumbres idiotas de los humanos, no se
que hubiera pasado. Menos mal que me pillo en una época de creer…menos mal. Y después
de 8 años creo que puedo decir que ya no intentamos, hacemos. Lo que queráis:
sexo o amor. Quien me conoce sabe que no me da vergüenza, es más, me encanta
hablar, discutir, compartir sobre sexo. Puede ser que por eso llevemos tantos
años, no porqué lo hagamos cada día, ni cada semana, ni sea lo más importante
de nuestro día a día, sino porqué sí que hemos sabido siempre que es
importante, y las cosas importantes: se
hablan. Y de sexo hemos hablado mucho. Mucho, mucho…hasta complacernos.
Mirar sin callar, tocar sin callar.
La primera vez que te das cuenta de lo absurdas
que son las relaciones, el amor, el enamoramiento, las mariposas y las pelis románticas.
Esta primera vez es más jodida. Primero piensas como siempre: por
qué. Si podría ser de diez mil maneras diferentes y mucho más
complacientes para todos. Nos gusta sufrir. Nos inventamos el para siempre, los celos y a la madre que
nos parió. Tengo que decir, que muy celosos no hemos sido, la tontería se nos
va rápido cuando nos miramos los dos al espejo. Pero el para siempre sí que nos ronda muchas veces. ¿Para siempre qué? El amor?
El sexo? Las comidas familiares? Los paseos? Las series? Las risas? Los enfados?
¿Qué…? Pues para siempre lo que nos de la gana…y nos tranquilizamos. Creo que
lo jodido es haber creído en las películas, en los consejos y en el amor
entrañable de esos dos abuelos sentados en el parque. Llevamos 8 años dándonos
por culo. Ni más, ni menos. Habremos pasado todas las fases unas doscientas mil
veces. En un día podemos (re)conocernos, enamorarnos perdidamente, empezar
a cansarnos de las tonterías del otro, reprocharnos lo que hemos hecho (en este
caso dos horas antes), separarnos y reconciliarnos. Así somos: un día novios,
otro amantes, otro hermanos, otro padres. Hemos aprendido que no existen fases,
ni patrones, ni ideales. Que no hay nada que sea porqué toca. Estoy segura que
nos quedan épocas muy raras por vivir. No creemos en el amor y por eso nos lo
inventamos. Tambaleamos y tambalearemos, pero crecer, seguro que seguiremos
creciendo juntos: como pareja extraña, como amigos, como hermanos…haciéndonos la
vida más fácil…y más difícil, que de eso se trata: de tambalear para
equilibrar(nos).
La primera vez que fuimos al cine juntos;
que cogimos un avión para irnos a Milán; que fuimos a la autoescuela; que
conociste a mis abuelos; que nos montamos solos en el Golf; que conocimos al
Marc; y al Gerard; que fuimos de acampada; que
me viniste a ver jugar; que fuimos a un concierto; y al teatro; que te tiraste
un pedo; que te vi llorar; que alquilamos un piso; que compramos un coche; y un sofá; que abrazamos al Jaki; la primera vez que fuimos conscientes de lo
importante que es estar. No sé que será querer, pero yo te quiero.
Una foto com qualsevol altre. Gaudint del sofà, que és el que ens agrada. |
Genial, com sempre, som com som... i serem (amb o sense sexe, drogues i rock and roll... ;-) )
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