Con faltas y a lo loco

Me gustaría escribir por qué puedo escribir tanto, y es porque escribo como me da la gana. Soy consciente que hago muchas faltas de ortografía, que la gramática aún no sé muy bien qué es y que mi vocabulario es pobre. Y cuando escribo en catalán ya ni te digo. Pero me importa una mierda. O muchas. Leo lo que escribo solo una vez antes de subirlo, consciente de que la siguiente vez que lo lea seguramente no entenderé nada. Y otra mierda me importa. Ya lo he escrito más de una vez pero lo repito: damos más importancia a las gilipolleces que a lo que realmente importa. Hubo una época que se decidió hacer reglas, leyes, formas, tonterías que a la larga servirían para diferenciar clases, para avergonzar, para frenar, para clasificar. Cuántas personas habrán que no escriben por miedo; cuántas personas habrán que se creerán mejores por saber diferenciar el haber, de el a ver. Me hace gracia la gente que comenta las faltas ortográficas, que seguros de sí mismos tienen que estar para saber que ellos nunca, nunca, nunca, harían una. Y me da pena que se crean mejores que cualquiera que escriba: hola, aller bi a Fulanita, haber quando te veo a ti. Pero bueno, tampoco me extraña, nos pasamos media vida estudiando tonterías y luego no sabemos lo que es la empatía, la tolerancia o la humildad. He escuchado muchas veces, a mucha gente, que ellos con las faltas no pueden: hay que saber escribir, daño a la vista, es básico. Y yo…me callo. ¿Básico desde cuando? ¿300 añitos? ¿Básico para quién? Ojalá me interesara más, ojalá tuviera esa inquietud, ojalá mi cabeza le diera más importancia para no tener que consultar una y otra vez como se escribe cualquier palabra rarita, ojalá me creyera y me entretuviera con este tipo de historia. Pero no. Está claro que la anarquía es irreal, pero que haya gente que se moleste porqué a veces los que mandan se relajan (para mí, evolucionan), me hace pensar, como siempre, por qué. Que cada uno escriba como le de la gana siempre que se entienda el mismo, si quiere que lo entiendan, que busque esos mínimos, pero que no le frene el miedo, ni la vergüenza, ni el creer no saber, porqué si ya tienes algo que decir, ya lo tienes todo. Porqué sí, porqué para mí, mientras exista comunicación: todo vale.

El Jaki preocupado también.