Echar de menos

Que jodido es echar de menos algo que nunca ha existido. Cuánta gente antes habrá escrito esta frase y en cuántos idiomas se habrá cantado...Algo que nunca ha existido, no que ya no existe. Cuantos besos habremos echado de menos, abrazos, sonrisas y meriendas. Lo habremos soñado tantas veces que ya sabes, a veces los sueños se confunden con la realidad no? O eso dicen. Lo jodido de echar así de menos es que no puedes calmar ese anhelo con la parte negativa del recuerdo…porque no existe. Idealizamos. Que peligro es idealizar. Y que peligro es ser inconsciente. Durante toda mi vida me he dormido echando así de menos, otros lo dirán simplemente soñar. De pequeña echaba de menos ese juguete que los reyes se habían olvidado sin querer de traer, y echaba de menos lo bien que me lo pasaría con él si lo tuviera; poco después echaba de menos que me tocara la mano sin que nadie nos viera; he echado mucho de menos mis primeros besos que tardaron tanto en llegar y me dormía tranquila pensando en ellos; y en todos (o todas, quien sabe) los que me lo podrían haber dado; y ahora esos de menos son un poco más tristes, los de antes tenían ese punto de ilusión, de quizás…de aquí unos años, en otra ciudad, en otro momento…ahora ya no solo echo de menos por mí. Echo de menos situaciones que ni me tocan. Es jodido poder imaginar. Dice el tal Yurval Noah Harari que esa capacidad nos distinguió rápido de los otros habitantes, y que al final nos hemos convertido en monstruos (eso lo digo yo). Pero no se puede hacer nada. Imaginamos, suponemos, idealizamos, soñamos…echamos de menos porque recordamos. Y yo no puedo parar de echar de menos tu media sonrisa un poco más madura, explicándome que ya echas de menos que alguna chica (o chico) te de ese primer beso, que todos tus amigos ya echan de menos otras cosas; echo de menos contestarte que tranquilo, que yo también eché de menos muchas cosas que otros ya recordaban. Echo de menos decirte que si echas mucho de menos a una persona, díselo, porque quién sabe, quizás estáis los dos echándoos de menos cada noche para poder soñaros. Que jodido es echar de menos algo que nunca ha existido. Siempre lo ha sido y ahora…siempre lo será. Com diuen Els Manel: “Que la vida que ens hem perdut simplement no existeix”. Tenen raó. Així que millor dormir pensant en tot allò que hem viscut amb somriures, que també fan mal, però no tant...no tant.