Más te quieros de los que se dicen

Hoy hemos hablado de ti, pero créeme si te digo que te pienso más de lo que seguramente imaginas. Me gusta pensar que cuando escribo a alguien que ya no veré más, quizás allá donde esté, me podrá leer. Puestos a no creer en nada y en todo, imagino lo que me da la gana para estar un rato tranquila. Decidiste irte por voluntad propia hará unos veranos, por esa época ya no compartíamos clase, y tú ya no eras como habías sido siempre. Quizás eras mejor, nunca lo pude comprobar. Te extrañaría leer lo que te voy a decir, ya hacía años que no hablábamos y muchos más que no éramos amigos, pero recuerdo perfectamente tus manos sudorosas cuando bailábamos en las malditas clases de gimnasia. Ni tú ni yo teníamos ritmo, quizás por eso siempre fuiste mi mejor pareja. Las recuerdo perfectamente: blanditas, nerviosas, pequeñitas…las primeras manos que se juntaron con las mías para (intentar) bailar. Recuerdo tus ojos azules eternos, compartieron clases con los míos desde P4 hasta 4 de ESO…demasiados bailes, no crees? En el instituto parecía que solo compartíamos aulas, tú con los tuyos, yo con los míos, y todos con todos. Te parecerá una tontería pero que tú estuvieras en clase era como estar en casa. Siempre con una sonrisa, siempre con tu fiel compañero, erais entrañables y lo sabíais, queríamos que lo supierais y así os lo hacíamos sentir. Se notaba que a pesar de que a vosotros os movían los mangas y a nosotras los cotilleos, siempre era un buen plan compartir los minutos entre clases para reírnos juntos. Yo me acuerdo, seguro que tú también. Estabas destinado a ser ese chico que al encontrarnos, y saludarnos con timidez muchos años después por la calle, le explicaría a Luis que fuiste uno de mis mejores amigos de primaria, que fuimos juntos al insti, pero que ya no nos hablábamos tanto, y que eras una de las mejores personas que había conocido. Le explicaría que bailábamos juntos siempre, tus fiestas de cumpleaños, lo delgado que te habías quedado pero que cuando eras pequeño eras súper mono con tus quilitos de más. Le explicaría como es la vida y como pasan personas que parecen que no han sido importantes porque nunca se te  ha ocurrido decírselo. Y empezaría con mi discurso pesado de qué que lástima porqué en la vida se ha de compartir y decir las cosas, que así se vive mejor, con más autoestima, con menos prejuicios y con más empatía. Que nos sorprendería de la de gente que hemos conocido y han sido importantes durante una etapa, pero que luego parece que el silencio hace el olvido, pero que todos sabemos que no. Una canción te hace recordar y sentir. Y es lo mejor de la vida. Estabas destinado a ser ese chico. Y lo has acabado siendo más de una vez, pero no ha hecho falta cruzarnos por la calle, ni saludarnos. Te fuiste valiente. Ojalá hubieras sabido lo importante que seguramente eras para muchos o lo habías sido. Ojalá nos educaran para saber interpretar muchos más te quieros de los que se dicen.

Me apetecía que salieras por aquí un día cualquiera, y recordar algún que otro baile en ese gimnasio del cole: tú con tus manitas sudorosas, y yo tranquila de estar en tus manos.

Un abrazo bueno, como tú eras


Cuando el cielo me parece bonito, pienso en la gente que ya no lo podréis ver más, luego me tranquilizo imaginando que vosotros podéis ver todas las cosas bonitas que os da la gana, y cuando os da la gana. 

Comentarios

  1. Quan parlem de la tipologia de les persones que coneixem, sovint hi ha un grup que s'anomena "invisibles", aquells que estan però no ho sembla, que quan mires una foto dius "ostres aquest/a!!". Dins d'aquests "invisibles" podem trobar aquells que encara que sembli que no estiguin, quan no estan el buit es immens.

    Som així, sovint valorem les coses quan les perdem, tot i que se que no es el teu cas, carinyota.

    ResponderEliminar
  2. Feia temps que no plorava tant, va ser una pèrdua molt trista, immesurable... ens va deixar a tots impotents, indignats. Me n'alegro que recordar-lo aquest migdia t'hagi fet escriure aquestes paraules tan boniques que li has dedicat, el cel és més bonic des de que persones bones com ell, l'habiten. Gràcies Maria per ajudar-nos a remoure emocions.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario