Gilipollas

Hacía tiempo que estaba en stanby. Esperando. Recuperando. O eso hacía ver. O eso nos hemos querido creer. Había encontrado un camino seguro, pero no caminaba a gusto. Quizás por inútil, quizás por cobarde, quizás por inmadurez, o quizás simplemente no me gustaba, me aburría y aburría. Paré y no he reflexionado más por estar parada. He dormido y paseado. Y ya está. He tomado decisiones porque algo había que tomar. No puedo estar parada para siempre. El aburrimiento nos ha hecho ser gilipollas, pensar cosas de gilipollas y hacer cosas de gilipollas (solo hace falta poner las noticias…y escuchar). Así que me he puesto hacer cosas para no ser más gilipollas sabiendo que lo que estoy haciendo de poco me servirá. Depende ¿Depende? Para no pensar tanto en mí me he puesto a estudiar por internet. Psicología. Toma ya. A ver cuanto duro. A mi que no me ha gustado nunca estudiar, que lo odio, y que no lo he hecho nunca disfrutando, voy y decido hacer otra carrera. No me entiendo pero así soy. Hay que entretenerse. Nunca he disfrutado estudiando pero nunca he sufrido porque nunca me lo he tomado enserio. El presente siempre ha sido agradable y unas cuantas notas no tenían el poder de amargarme. Ni antes, ni ahora. La presión solo existe cuando tienes que comer y no hay con qué pagar, cuando tienes que dormir y no tienes con quien…Que te juzguen por conocimientos muchas veces gilipollas por gente muchas veces gilipollas, si no tienes muy claro que es la vida, te lo tomas como el negocio que es todo: paga y calla, lee y si eso contesta. Y juega porque hay que jugar. Pues en eso estoy. Esta semana he aprendido más de fruta, verdura y hortalizas que en 26 años, si me concentro puedo recordar 7 tipos de tomates y 5 de peras, sé diferenciar un enciam llarg d’un enciam trocadero, una patata monalisa de una patata Kenebec, y me siento igual de orgullosa de esto que de leer los dos cientos artículos que tiene estudiar por internet, entenderlos y sentir que me sirven de algo. Por lo menos no me duermo cuando los leo. Esta semana he reflexionado sobre las hortalizas y sobre el fenómeno de autoayuda. Me quedo con la sabiduría de las hortalizas. Si alguien te dice que la solución está solo en ti, que solo depende de ti, que ya es hora de que empieces hacer lo que te gusta, que todo esta en ti, ti, ti, ti…sospecha. Si alguien te dice que te alejes de esa relación, y de esa otra, y de aquella…y de todo…sospecha. Luego acaba pasando que nos hemos creído que de verdad el otro es el problema (¿o no? Qué seguros estamos que las “personas” independientes son seguras, mejores que las dependientes…¿seguro?). Aix…cuántas cosas tontas en las que uno puede pensar, reflexionar, hablar, discutir, aprender. Mientras, mi alrededor piensa, reflexiona, habla, discute y se pelea por la cosa importante que hemos querido creer, crear, querer: EL DINERO. Yo voy a mi rollo porque morir me moriré igual que el que vive angustiado por no ser aún catalán o el que vive feliz porqué Cataluña aún es España. De hambre no creo que muera; si es en una guerra, será curioso vivir (y morir) la historia que tanto hemos idealizado y si es de vieja, ya podré descansar tranquila de saber con qué leñes se hace el caldo. Ala, a seguir porque es lo que me toca.

Construyendo aunque a veces cueste.